Todo ser vivo cambia constantemente. Más aún, lo que mejor define a la vida, es el cambio. Cada parte de tí está cambiando todo el tiempo. Tu humor cambia día a día, hora tras hora. Tu cuerpo cambia. Tus pensamientos, relaciones, expectativas y todo lo que te rodea, está en cambio permanente.
En todo ese cambio yace una enorme oportunidad. El cambio es un dato de la realidad. Sucederá, hagas algo al respecto o no. Crecimiento, progreso, logros y éxito son diferentes formas que adopta el cambio. Controlado y dirigido, el cambio puede presentarse de esas maneras, en forma positiva. La energía del cambio puede elevarte, o hundirte. La diferencia no está en el cambio en sí mismo, sino en lo que tú hagas de él.
Los cambios sucederán. No puedes evitarlos. Hacerlo significaría evitar la vida misma. Por el contrario, reconoce la oportunidad que cada cambio trae consigo. Dirige la incontenible energía del cambio hacia el objetivo que prefieras. Acepta los cambios y apodérate de las oportunidades que, indefectiblemente, traen consigo. A todo el que conozco le recomiendo un libro que leí hace unos años y que se convirtió en un bestseller llamado ¿Quién se ha llevado mi queso? escrito por el doctor Spencer Johnson. Este nos enseña que todo cambia, y que las fórmulas que sirvieron en su momento pueden quedar obsoletas. Sus enseñanzas se aplican a todos los ámbitos de la vida: el queso de este relato representa cualquier cosa que queramos alcanzar -la felicidad, el trabajo, el dinero, el amor- y el laberinto es el mundo real, con zonas desconocidas y peligrosas, callejones sin salida, oscuros recovecos... y habitaciones llenas de queso... Vamos, un libro dedicado al cambio.
En todo ese cambio yace una enorme oportunidad. El cambio es un dato de la realidad. Sucederá, hagas algo al respecto o no. Crecimiento, progreso, logros y éxito son diferentes formas que adopta el cambio. Controlado y dirigido, el cambio puede presentarse de esas maneras, en forma positiva. La energía del cambio puede elevarte, o hundirte. La diferencia no está en el cambio en sí mismo, sino en lo que tú hagas de él.
Los cambios sucederán. No puedes evitarlos. Hacerlo significaría evitar la vida misma. Por el contrario, reconoce la oportunidad que cada cambio trae consigo. Dirige la incontenible energía del cambio hacia el objetivo que prefieras. Acepta los cambios y apodérate de las oportunidades que, indefectiblemente, traen consigo. A todo el que conozco le recomiendo un libro que leí hace unos años y que se convirtió en un bestseller llamado ¿Quién se ha llevado mi queso? escrito por el doctor Spencer Johnson. Este nos enseña que todo cambia, y que las fórmulas que sirvieron en su momento pueden quedar obsoletas. Sus enseñanzas se aplican a todos los ámbitos de la vida: el queso de este relato representa cualquier cosa que queramos alcanzar -la felicidad, el trabajo, el dinero, el amor- y el laberinto es el mundo real, con zonas desconocidas y peligrosas, callejones sin salida, oscuros recovecos... y habitaciones llenas de queso... Vamos, un libro dedicado al cambio.
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