En estos días me siento bastante agotado, me levanto en las mañanas como si no hubiese dormido nada, tengo una fatiga mental considerable que me lleva a olvidar cosas por hacer e incluso temarios de mis clases, y a veces me siento triste, desenfocado y desmotivado, lo cual me ha impulsado a escribir algo que he aprendido a lo largo de mi vida y que me viene bien recordar en este momento: Tu agotamiento no es excusa para abandonar. Es la confirmación de que estás haciendo "algo". Un esfuerzo constante y sostenido puede resultar agotador, pero aún así las recompensas que obtendrías por un esfuerzo semejante serían maravillosas.
Aunque el esfuerzo te agote y pueda hacerte sentir desanimado, la ausencia de esfuerzo es mucho peor y al fin de cuentas, mucho más agotadora. El cansancio que sucede a un esfuerzo sincero y efectivo pasará rápidamente luego de un descanso reparador. El cansancio que proviene de andar sin rumbo y a la deriva, sin embargo, no puede ser aliviado por descanso alguno.
Descansa cuando estés cansado. Refréscate y siéntete renovado, descansa tu cuerpo, tu mente, tu espíritu. Luego vuelve al trabajo. Hacer el esfuerzo no es fácil. Eso es lo que hace que valga la pena. Concéntrate en el objetivo y avanza con convicción. Sigue avanzando hasta que la tarea haya sido llevada a cabo y la meta haya sido alcanzada. Tu cansancio es evidencia de que ya estás pagando el precio. Asegúrate de mantenerte cerca y así, cosechar las recompensas que puedas llegar a recibir.
Aunque el esfuerzo te agote y pueda hacerte sentir desanimado, la ausencia de esfuerzo es mucho peor y al fin de cuentas, mucho más agotadora. El cansancio que sucede a un esfuerzo sincero y efectivo pasará rápidamente luego de un descanso reparador. El cansancio que proviene de andar sin rumbo y a la deriva, sin embargo, no puede ser aliviado por descanso alguno.
Descansa cuando estés cansado. Refréscate y siéntete renovado, descansa tu cuerpo, tu mente, tu espíritu. Luego vuelve al trabajo. Hacer el esfuerzo no es fácil. Eso es lo que hace que valga la pena. Concéntrate en el objetivo y avanza con convicción. Sigue avanzando hasta que la tarea haya sido llevada a cabo y la meta haya sido alcanzada. Tu cansancio es evidencia de que ya estás pagando el precio. Asegúrate de mantenerte cerca y así, cosechar las recompensas que puedas llegar a recibir.
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