He aquí una paradoja: Las personas y los negocios más competitivos son aquellos que no se preocupan por competir. Los verdaderos ganadores fijan sus propios parámetros, en lugar de copiar lo que hacen sus competidores. No les preocupa pelear con alguien. En cambio, su preocupación pasa por hacer las cosas absolutamente lo mejor posible. Si vas ganando una carrera y miras hacia atrás, resignas parte de tu ventaja y empiezas a perder. Cuando te comparas con tus competidores, permites que ellos definan tus propios parámetros y así, empiezas a moverte a su ritmo. Comparándote a ti mismo y a tu desempeño con otros, sólo conseguirás limitarte. No lo hagas. En toda industria hay un líder. En todo grupo de seres humanos hay un líder. Los líderes no se preocupan por lo que los demás estén haciendo. Los líderes tienen su propia visión y es por eso que no tienen competencia. La mejor manera de vencer a tus competidores es dejando de competir. Haz lo mejor que puedes y deja de preocuparte por el resto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario