Cuando aparecen riesgos y desafíos por todas partes, ¿de dónde sacas el coraje para seguir? Ese coraje depende en gran medida de las cosas que más valoras en la vida.
Si le das el máximo valor a los aspectos fugaces y superficiales, estás corriendo permanentemente el riesgo de perderlo todo. Esas cosas pueden desaparecer rápidamente. El dinero y las posesiones materiales son realmente muy útiles, y pueden llevar cierta riqueza a tu vida. Sin embargo si permites que el valor de tu vida sea definido por ellas, estás construyendo sobre arenas movedizas.
Por otro lado, si lo que más valoras son aquellas cosas que no puedes perder, tendrás el coraje necesario como para asumir los riesgos y aceptar los desafíos. Tu fe, tu sincero amor por los demás, tu integridad, tu sentido de la vida, tu deseo de marcar una diferencia, todo ello tiene la capacidad de sobrevivir a cualquier dificultad que puedas enfrentar.
Pase lo que pase, hay ciertas cosas que jamás te podrán ser quitadas, cosas que no puedes perder. Si son esas las cosas que más te importan, ellas podrán darte la confianza como para intentar prácticamente cualquier cosa.
miércoles, 11 de junio de 2008
Lo que no te pueden quitar
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