Tu entorno refleja lo que eres

Conviértete en la admiración que desearías recibir. Sé la diferencia positiva que querrías ver en el mundo.

Si te sientes tentado de quejarte piensa en cambio en una manera de replantear esa queja como una sugerencia positiva, una propuesta, un ofrecimiento. Si deseas que los demás comprendan tus preocupaciones, pon el foco en entender mejor las preocupaciones y perspectivas de los demás.

¿Cuáles son las cualidades y valores que más querrías ver en aquellos que te rodean? Desarrolla y proyecta esas cualidades en tus propios asuntos, y vive tú mismo esos valores.

No te apures en ofenderte pero cuando se trate de animar a los demás, apresúrate. Siente placer, no en la desgracia ajena sino en poder marcar una diferencia positiva y significativa en aquellos que te rodean.

Porque tu entorno es un espejo. El reflejo que ves depende de la persona que eres.