La primera impresión ante cualquier desafío es, casi siempre, más grande e imponente de lo que el desafío en si mismo en realidad es. Cuanto más te acercas a un problema, menos temible se hace.
A la distancia, un problema puede parecer enorme e intimidante. Pero si lo encaras, si te pones a trabajar en él, ese problema comenzará a entregarse más rápidamente de lo que podrías haber imaginado. Ponerse cara a cara con el problema puede no ser muy agradable, sin embargo, estarás en una situación muchísimo mejor que si hubieses dado la vuelta para salir corriendo. Cuanto más entusiastamente y de buen grado enfrentas un desafío, más manejable se vuelve.
Si un obstáculo parece totalmente insuperable, probablemente sea porque no sepas todo lo que hay que saber acerca del mismo. Ponte bien cerca de ese obstáculo, comienza a trabajar en él y podrás ver un camino a su alrededor, o sobre él, o por debajo o a través suyo.
Cuanto más rápida y confiadamente encares y enfrentes tus problemas, más rápidamente comenzarán a desaparecer de tu camino.
1 comentario:
ME VIENE AL PELO AMIGO MIO.
UN FUERTE ABRAZO DESDE TU TERCERA TIERRA.
FRANCISCO
Publicar un comentario