Ponlo en perspectiva

Si el ritmo es frenético, si tus planes no salen como esperabas, si las frustraciones aumentan y la ansiedad te supera, detente y recuerda. Recuerda quién eres.

Los problemas del momento presente puede verse ahora mismo enormes e imponentes. Recuerda, sin embargo, que si se los compara con una visión general del panorama, resultan relativamente menores.

Atravesarás las dificultades y las frustraciones. Las superarás mucho más rápida y eficientemente si logras elevarte por sobre ellas, con calma y confianza.

Recuerda cuán buena puede resultar la vida, y cuán afortunado eres por estar viviéndola. Recuerda las cosas que realmente importan, tus más profundas bendiciones, tus más preciados sueños.

Las frustraciones y las molestias, las desilusiones y los contratiempos, todos ellos existen en un cierto y determinado nivel. Y tú puedes elevarte hasta un lugar mucho más alto.

Recuérdalo, cuando el mundo se vea frenético, ruidoso y confuso. Ponlo en perspectiva, elévate un poquito por encima de todo, y sigue avanzando.