Relajado

Puedes decidir fastidiarte por prácticamente cualquier cosa. Pero, ¿por qué querrías sentirte molesto por todo?

Así de fácil como puedes decidir sentirte fastidiado, puedes elegir sentirte tranquilo, paciente y comprensivo. En lugar de dedicar tu energía a estar molesto, podrías enfocarla en propósitos más valiosos y productivos.

¿Querrías ponerte en el lugar de víctima, o preferirías asumir firmemente el control de tu vida? Una serena paciencia, tolerancia y aceptación te mantendrán al mando.

Si surgiese alguna situación que necesitase ser modificada, encárgate de hacer que ese cambio se produzca. No pierdas el tiempo sintiéndote molesto y fastidiado.

La próxima vez que te encuentres ante una situación que habitualmente te molestaría, detente y recuerda que tienes otra opción. En lugar de permitir que los hechos ajenos a ti controlen tu actitud, decide controlarla tú mismo.

Estar molesto y fastidiado es estar desperdiciando tu vida. En cambio, sé una persona tranquila, relajada y llena de fuerza.