La paz que buscas está siempre allí. Espera tranquila, serena, debajo de todo lo demás que se ha ido acumulando sobre ella.
Deja de lado el enojo, deja de lado el temor, deja de lado las ansiedades, la arrogancia y el resentimiento. Con lo que te has quedado, es con la paz que siempre ha estado allí.
Ella no pide otra cosa que tu voluntad para permitir que aflore, para aceptarla y para experimentarla. Una vez que hayas soltado todo lo demás salvo tu conciencia, paz será lo que aún encontrarás allí.
La paz no hace nada y sin embargo te habilita a tanto. Te permite conectar sólida y consistentemente con aquello que realmente tiene sentido y es valioso en tu vida.
Cuando tus esfuerzos provienen desde una perspectiva de paz, se vuelven mucho más efectivos. La paz aporta una increíble claridad a tu pensamiento y una inmensa profundidad a tu comprensión.
La paz está allí, esperando ser descubierta. Deja de lado toda esa negatividad que no sirve para nada y permite que la fuerza serena y relajada de la paz, llene tu día.
1 comentario:
Me gusta la paz y la uso pero mi aspecto es de persona fuerte y eso a veces impone, algunas personas a veces hasta les da miedo acercarseme jajajajajaja, pero puff en fin
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