Una situación complicada es suficientemente desafiante por si misma. No la empeores agregando tu propia ansiedad al respecto.
En cambio, manténte en paz y verdaderamente agradecido.
Sean cuales fueren las circunstancias, decide ser agradecido por el
momento que estás viviendo y por la oportunidad de atravesarlo.
Un agradecimiento sincero, sentido, calmará tu
espíritu y abrirá tus ojos hacia tu verdadero potencial. En lugar de
sentirte intimidado por los desafíos, te sentirás inspirado por las
oportunidades.
Siente agradecimiento por lo que ha tenido que
suceder para traerte hasta donde ahora te encuentras. Después de todo,
lo que pasó, pasó, y tu mejor respuesta posible está en encontrar el
valor que yace en ello.
Ese valor indudablemente está allí. Decidiendo
reconocerlo, puedes convertir cada momento, cada situación, en una gran
oportunidad para progresar de verdad.
Cuando sientas que la ansiedad está invadiendo tu
conciencia, abrúmala con un agradecimiento genuino, apacible. Y llena
ese momento con la fuerza de tu mejor potencial.
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