Sueña grandes sueños y define maravillosas metas de
esas que te dejan sin aliento. Cuando la marcha se vuelve complicada,
abandonar aquellas metas pequeñitas, relativamente insignificantes
resulta muy fácil.
Los grandes sueños, los sueños auténticos por el
contrario, te apremiarán a seguir avanzando. Te brindarán sólidas
razones para seguir trabajando de manera perseverante a pesar de
cualquier desafío que pueda presentarse en tu camino.
Tú puedes decidir cuáles de tus sueños perseguir.
Así que haz que esos sueños sean lo suficientemente grandes como para
permitirte superar cualquier dificultad.
Haz que sean sueños que expresen fielmente quien tú
eres. Haz que sean sueños que resuenen perfectamente con tu más
elevada visión de lo mejor que la vida podría llegar a ser.
Cuando la decepción te golpea, tener un sueño que
te empuje a levantarte de inmediato es sumamente importante. Cuando
aparezcan obstáculos bloqueando tu camino, ten la plena certeza de que
estás persiguiendo un sueño que te permita ver las cosas desde una
perspectiva más elevada.
Muévete constantemente en pos de lo mejor que
puedas llegar a imaginar. Aférrate a esos sueños que te muestran el
camino hacia allí.