La frustración puede nublar tu pensamiento, haciendo que una situación frustrante sea aún peor. Cada vez que te sientas frustrado, vale la pena que te detengas un momento y observes el fondo de lo que está sucediendo.
Estando frustrado no puedes ser objetivo. Ciertamente estás enfrentando desafíos difíciles y legítimos, pero para cuando alcanzas el punto de la frustración, esos desafíos se han convertido prácticamente en lo único que ocupa tu atención.
Sentirte frustrado es una clara señal de alarma en cuanto a que debes poner tus pensamientos en perspectiva. Retrocede un paso y no veas sólo los obstáculos, sino todas las cosas buenas que te están sucediendo.
Tienes a tu disposición la energía, la capacidad y los recursos para alcanzar tus desafíos más difíciles y para prosperar, encarándolos. Lo has hecho en el pasado y puedes hacerlo ahora. Mira las oportunidades. Re-enfoca la poderosa energía de tu frustración y conviértela en determinación positiva, efectiva e incontenible.
Estando frustrado no puedes ser objetivo. Ciertamente estás enfrentando desafíos difíciles y legítimos, pero para cuando alcanzas el punto de la frustración, esos desafíos se han convertido prácticamente en lo único que ocupa tu atención.
Sentirte frustrado es una clara señal de alarma en cuanto a que debes poner tus pensamientos en perspectiva. Retrocede un paso y no veas sólo los obstáculos, sino todas las cosas buenas que te están sucediendo.
Tienes a tu disposición la energía, la capacidad y los recursos para alcanzar tus desafíos más difíciles y para prosperar, encarándolos. Lo has hecho en el pasado y puedes hacerlo ahora. Mira las oportunidades. Re-enfoca la poderosa energía de tu frustración y conviértela en determinación positiva, efectiva e incontenible.
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