viernes, 14 de agosto de 2009

Sal de ti mismo

Observando todo con actitud de “¿qué hay para mi?” limitas fuertemente las posibilidades de tu vida. Estrechando la mirada pierdes perspectiva; no puedes ver más allá de tus narices, y te niegas a ti mismo todo un universo lleno de felicidad, belleza y plenitud.

En cualquier dirección que mires verás maravillosas oportunidades, pero estando concentrado en ti mismo no podrás verlas y te las perderás. ¿A veces te cuesta llegar a ver la foto completa? Entonces dedícate a desarrollar algo más de consideración y respeto por los demás. Haz el esfuerzo de comprender otras perspectivas, distintas a las tuyas. Haciéndolo abrirás tu mente y expandirás las oportunidades en tu vida.

Sal de ti mismo. No luches con la vida; no te escondas y forma parte de ella. Bríndate más al mundo y descubrirás que el mundo será más acorde a tu gusto.

Vivir centrado en uno mismo termina llevando al abatimiento, mientras que ayudar a los demás genera un enorme impacto positivo para uno mismo. La mejor opción es clara. Sal de ti y descubrirás un mundo hermoso, pleno de vida y oportunidades.

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