La energía positiva es realmente muy parecida a la energía negativa. Sólo que está enfocada en una dirección diferente.
La mejor manera de lidiar con la energía negativa no
es luchar contra ella. En cambio, aprovéchala positivamente,
enfocándola en otra dirección.
Por ejemplo, en el centro mismo de la frustración,
quitando del medio las circunstancias, se siente algo muy parecido al
entusiasmo. Y de hecho, por el simple hecho de enfocar la energía de
esa frustración en una dirección diferente, podrías transformarla en
entusiasmo.
Para cada una de las cosas que sientas la apremiante
necesidad de oponerte, hay alguna otra que podrías apoyar. Cada
instancia de energía negativa tiene su contraparte positiva.
Cada vez que sientes que has adoptado una actitud
negativa, estás muy cerca de ser positivo. Simplemente decide enfocar
la intensidad de tus sentimientos en aquellos que realmente valoras y
aprecias, en lugar de hacerlo en aquello que no deseas.
No importa qué sea que se cruce en tu camino,
puedes enfocar la fuerza considerable de tu vida en una dirección
positiva. Recuerda a favor de qué estas, y enfócate en ello.
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