jueves, 15 de noviembre de 2012

Fuera de la zona de confort

Sentirse cómodo puede resultar agradable y placentero. Pero demasiada comodidad puede erosionar suave y firmemente tu razón de ser y hasta tus más preciados sueños.
Estar demasiado aferrado al confort puede impedir que te aventures a salir al mundo y concretar tus mayores potencialidades. Con el objetivo de mantener tus niveles de confort, tú podrías muy bien verte tentado a consentir resignar tus valores más profundos.
Disfruta de la comodidad que has conseguido, pero teniendo cuidado de no permitir que esa comodidad se convierta en una cárcel. Así de agradable como la comodidad puede ser, es tanta la riqueza de la vida que yace fuera de los límites de tu zona de confort.
Como con la mayoría de las cosas de la vida, la comodidad es mejor cuando se la experimenta en forma moderada y equilibrada. Si se trata de lo único que siempre experimentas, hasta la comodidad pierde su atractivo.
Disfruta y siente sincero agradecimiento por las comodidades en tu vida. Al mismo tiempo, equilibra esas comodidades con desafíos reales y desafiantes.
Mantén un espacio de comodidad en tu vida, del cual puedas emerger periódicamente para asumir riesgos y desafíos que aportarán tanta riqueza a tu vida. Fuera de tu zona de confort, siempre encontrarás nuevos sueños esperando ser vividos.

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