A veces, aquello que pensabas que iba a funcionar de
maravillas no funciona para nada en absoluto. Pero eso no quiere decir
que nada funcionará.
A veces te ilusionas, solo para terminar desilusionado. Pero eso no significa que tus ilusiones hayan perdido su valor.
Por el contrario, tus ilusiones y tus ideas tienen
un valor enorme, incluso a pesar de que puedan exponerte a una tremenda
frustración. Aunque puedan atravesar terrenos complicados y
accidentados, de todas maneras te empujan a avanzar.
Tus ideas siguen siendo válidas, tus ilusiones
siguen estando justificadas, y tus sueños siguen vivos. Levántate,
ajusta tu enfoque basándote en lo que has aprendido y encara un nuevo
intento.
Siente la dicha de saber que eres capaz de perseverar. Transforma la fuerza del desafío en tu propia fuerza interior.
Cultiva tu camino, ese que te lleva a avanzar, a
través de victorias y derrotas. Persevera, y cualquier cosa que te
propongas estará a tu alcance.
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