El rencor genera una fuerte conexión entre tú
mismo y lo que sea, o quienquiera sea, que te produzca ese
resentimiento. ¿Es eso lo que realmente deseas hacer?
El tiempo y la energía que destinas al rencor tienen necesariamente que restarse de otras cosas que
podrías estar haciendo. ¿Es así, realmente, en el rencor , que
quieres invertir tus valiosos recursos?
Seguro, podría no gustarte lo que sea que haya
ocurrido, sea lo que sea que te genere esos sentimientos de rencor. Sin embargo, cuanto antes los dejes de lado, mejor
estarás.
Deja de castigarte por la falta de consideración de alguien más. Déjalo de lado, y permítete avanzar a paso firme.
Toma toda esa energía que yace en tu resentimiento,
reenfócala, y haz con ella algo valioso. Lo que pasó, pasó, pero lo
que está por ocurrir a continuación depende de ti.
Haz que el próximo minuto sea uno que de lugar a
una agradecida celebración. Deja de lado el rencor y sigue
adelante con el objetivo de vivir tu propia alegría, única y especial.
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